lunes, 23 de octubre de 2023

Milagros hechos por Jesús

Jn.21:25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. El apóstol Juan, discípulo amado de Jesús. Escribió en el evangelio de San Juan, que no cabrían en los libros del mundo si hubiera que escribirse, una por una las cosas que hizo Jesucristo en su paso por el mundo. En los evangelios están escritos solo algunos de los milagros que Jesús produjo y las enseñanzas que dejaba por cada lugar que recorría. Enseñó a multitudes de personas que se reunían a escucharlo, la mayoría de las enseñanzas lo hacía por medio de parábolas. Pero la principal enseñanza fue predicar sobre el Padre, nuestro Dios Todopoderoso y sobre el reino de los cielos. Mt.4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Y vamos a darnos cuenta porque el apóstol San Juan, decía que no alcanzarían los libros de la tierra para escribir contando las bondades que hizo Jesucristo. Recordemos que el ministerio de Él fue de muy corto tiempo, duró solo tres años. Una de los primeros milagros de sanidad, fue cuando sana a la suegra de Pedro (el apóstol). Y ahí mismo hizo varios milagros. Jesús sana a la suegra de Pedro. Mt.8:14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre. Mt.8:15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.Mt.8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; Jesús atiende a una multitud. Lc.6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos. Es bueno rescatar de este último verso que dice, y sanó a todos los enfermos y sanaba a todos. O sea, que no quedó nadie sin ser sanados. El poder de la sanidad misma que salía de Él, había descendido de los cielos. Hoy no tenemos a Jesús en persona delante nuestro, pero sí tenemos algo grandioso que nos dejó y se llama fe. Estas son las demostraciones que la sanidad viene por la fe: El ciego Bartimeo recobra la vista Mr.10:51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.Mr.10:52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. La mujer que tocó el manto de Jesús. Mr.5:25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,Mr.5:26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,Mr.5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.Mr.5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Mr.5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azoteMr.5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote Jesús sana al siervo de un centurión. Mt.8:5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,Mt.8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Mt.8:7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.Mt.8:8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Mt.8:10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.Mt.8:13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. No solo Jesús sanaba de enfermedades si no también sanaba a los endemoniados (a los que poseían espíritu inmundo). Lc.6:18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Una de las historias más conocida es la del endemoniado gadareno. Lc.8:26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, Lc.8:27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Lc.8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. Lc.8:29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos) Te ruego que no me atormentes. Le pedían lo demonios. Que contradicción, porque los demonios conocen a Jesús y le temen. Y muchos seres humanos, no conocen a Jesús ni le temen tampoco. Así dice la carta del apóstol Santiago,Stg,2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. La segunda parte de esta columna, Los milagros de Jesús, la semana que viene… Gracias. Hasta la próxima.

lunes, 16 de octubre de 2023

El apóstol de los gentiles

El apóstol San Pablo, elegido para la tarea de enseñar e instruir a los gentiles sobre el Señor Jesucristo. Era judío, integraba el movimiento político y religioso llamado “los fariseos”, también ciudadano romano. Su nombre era Saulo, había nacido en Tarso, por eso en el momento que aparece en el libro de los Hechos, era llamado Saulo de Tarso. Conocido como el perseguidor de la iglesia de Jesucristo. Él mismo manifestó, que había creído tanto en el deber de hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret. Que se dedicó a perseguir a los primeros cristianos, los capturaba y los encerraba en las cárceles con consentimiento de los principales sacerdotes. Y cuando los mataban, él daba su voto, o sea, estaba a favor de esta cruel decisión. Cuenta que un día Hch.26:12 Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,Hch.26:13 cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Hch.26:14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Hch.26:15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.Hch.26:16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,Hch.26:17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, Hch.26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Jesús le puso al apóstol como ministro de los gentiles a quien, desde ese momento de la aparición en una visión celestial, Pablo iba a ser el encargado de predicar al mundo sobre Jesucristo. Por eso le dice, “Pero levántate, y ponte sobres tus pies (quiere decir que se afirme); porque para esto he aparecido a ti”. Después de lo sucedido en el camino a Damasco, el apóstol quedó momentáneamente sin poder ver, Hch.9:9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. Hch.9:10 En Damasco vivía un creyente que se llamaba Ananías, a quien el Señor se le presentó en una visión y le dijo: «¡Ananías!» Él contestó: «Aquí estoy, Señor.» Hch.9:11 El Señor le dijo: «Levántate y vete a la calle llamada Derecha, y en la casa de Judas pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. Está orando, Hch.9:12 y en una visión ha visto a uno llamado Ananías que entra y pone sus manos sobre él para que pueda ver de nuevo.» Hch.9:13 Al oír esto, Ananías dijo: «Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén a tu pueblo santo. Hch.9:14 Y ahora ha venido aquí, con autorización de los jefes de los sacerdotes, a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.»Hch.9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. Llamado el apóstol de los gentiles, no tardó en empezar su trabajo. Era una persona que le ponía mucha dedicación a sus compromisos, más si venía de parte de Dios. Hch.26:22 Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Hch.26:23 Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles. Estaba muy bien preparado para anunciar a la humanidad sobre el arrepentimiento y que se convirtiesen todos a Dios por medio de Jesucristo. Hch.26:20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. El apóstol conocía muy bien la palabra de Dios, lo que hoy llamamos el antiguo testamento. Esta parte de la biblia contiene las grandes enseñanzas, el fundamento de vivir con o sin Dios, las ventajas y las desventajas de obedecer y desobedecer los mandamientos, las consecuencias de hacer las cosas fuera de la voluntad de Dios, enumerando solo algunos fundamentos. Lo que hizo, en sus epístolas o cartas que fueron 13 las publicadas en el Nuevo Testamento, fue profundizar y fundamentar las enseñanzas del antiguo testamento y de los evangelios para que todos podamos entender e interpretar lo que Dios desea de nosotros a través de Jesús, el Hijo Unigénito, y del Espíritu Santo el consolador. Fil.4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Gracias. Hasta la próxima.

Busquen a Dios mientras pueda ser hallado

Este es el tiempo de buscar a Dios. Este es el tiempo que él abrió las puertas del cielo para que podamos acudir a Cristo, y para que en Él ...