Dios es el único Salvador

En estos tiempos cada vez más personas, cercanas a nosotros o simplemente conocidas, nos van dejando (se mueren) en un momento inesperado. Se van de repente a causa de una enfermedad, de un accidente trágico, de distintas formas, pero, tal vez de una que no nos gustaría que nos toque a nosotros ni a ningún ser muy amado. Estos últimos tiempos que irrumpe en la vida enfermedades desconocidas, difícil de ser controladas, sin cura, con tratamientos muy costosos, y demás. La biblia nos enseña que, para todas estas cosas “Dios es el único salvador”. ¡Él llena de gloria nuestra vida! Is.43:2 Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Is.43:3 Pues yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador…Is.43:11 Yo, sí, yo soy el Señor, y no hay otro Salvador. Dios el creador de todo, nos dice que Él hizo todas las cosas. Que cuando estemos en peligro, Él estará allí para salvarnos porque Él es el Señor, el Santo de Israel. is.44:24 Esto dice el Señor, tu Redentor y Creador: «Yo soy el Señor, que hizo todas las cosas; yo solo extendí los cielos. ¿Quién estaba conmigo cuando hice la tierra? Cuando Dios está con nosotros todas las cosas se mueven a nuestro favor. No hay obstáculo que no podamos atravesar, siempre que hagamos la voluntad de Él. Is.43:12 Primero predije tu rescate, y después te salvé y lo proclamé ante el mundo. Ningún dios extranjero jamás lo ha hecho. Tú, Israel, eres testigo de que yo soy el único Dios —dice el Señor.Is.43:13 Desde la eternidad y hasta la eternidad, yo soy Dios. No hay quien pueda arrebatar a nadie de mi mano; nadie puede deshacer lo que he hecho». No hay lugar donde Dios no esté. Él es omnipresente y omnipotente, no existe en ningún lugar otro como Él. Is.43:13 Desde la eternidad y hasta la eternidad, yo soy Dios. Is.43:25 »Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos. Que duda podría haber de estas palabras, cuando sabemos que somos amados por Dios, el único salvador. Cuántos cuestionamientos nos hacemos en nuestra vida, cuándo sucede lo que describía al inicio de esta columna. ¿Quién no ha cuestionado a Dios por alguno u otro motivo? Nos hacemos este tipo de preguntas que jamás tienen respuestas, por nombrar solo algunas, por ejemplo ¿Dónde está Dios?, ¿Dónde está Dios, cuando lo necesito?, ¿Dios no está conmigo? y tantas otras variedades de preguntas. Todos estos cuestionamientos son expresados así, porque no conocemos a Dios profundamente. Cuando lo conocemos verdaderamente, cuando disponemos nuestro corazón con sinceridad, cuando nos entregamos sin condiciones llegamos a amar a Dios tanto, como Él, nos ama a nosotros, y estas cosas, no vuelven a suceder nunca jamás. Is.42:5 Dios, el Señor, creó los cielos y los extendió; creó la tierra y todo lo que hay en ella. Él es quien da aliento a cada uno y vida a todos los que caminan sobre la tierra. Y es él quien dice: Is.48:15 Yo fui quien lo dijo, yo lo llamé, yo lo hice venir, y por donde vaya tendrá éxito. Is.48:16 Acérquense a mí y escuchen esto: Desde el principio, yo nunca hablé en secreto; y cuando todo esto sucedía, yo estaba presente. Y ahora yo, el Señor, le he dado mi poder y lo he enviado.»Is.48:17 Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, yo te guío por el camino que debes seguir.Is.48:18 ¡Ojalá hubieras hecho caso de mis órdenes! Tu bienestar iría creciendo como un río, tu prosperidad sería como las olas del mar. Que esto último, pueda hacernos entender la gran importancia, que Dios, sí o sí, debe estar presente en nuestra vida y dejándolo que nos acompañe en todo y sea junto a su Hijo, Señores nuestros. Gracias. Hasta la semana que viene.