lunes, 7 de noviembre de 2022

Dios no necesita

Dios no necesita que le recordemos a diario que somos sus hijos; si, a nosotros en ocaciones nos hace falta. A veces nuestra oración diaria es recordarle a Papá, cuanto es lo que necesitamos de Él, como si fuese olvidadizo con sus compromisos. S. Mateo‬ ‭6:7-8‬‬‬‬‬‬‬‬‬ Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. ‭‭ Pareciera que creyésemos que su paternidad es irresponsable, pero no, él tiene tan marcada su relación con cada uno de nosotros, que su propio pensamiento revela su criterio de paternidad.‬‬‬‬‬‬‬‬ S. Mateo‬ ‭7:9-11‬ ‭‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬ ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? ‭‭‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬ Por ello es que nuestra forma de pensar la oración, es “tan de mendigos”, siempre llegando con la lista de aquellas cosas que reconocemos no podemos adquirir por mérito personal, o que admitimos nacen de la obra divina en favor de nuestras vidas, creyendo, que luego de describirla ante Dios, cumplimos con el, dedicamos tiempo en su presencia! Pero fue para Él?, fuimos buscando de Él? o solo fuimos como a la proveduría, a hacernos de aquello que suplirá nuestras necesidades? Porque eso nada tiene que ver con intimidad, comunión, o búsqueda de su presencia, nada que resulte en “ofrecerle”, lo que calme el deseo celoso de su Espíritu por nosotros. Debemos cambiar, transformar la eterna lista, en una productiva charla, donde reconozcamos y agradezcamos lo recibido, una íntima conversación que expone nuestras flaquezas, que busca las respuestas que nos den claves para corregirnos, que nos permitan conocerlo, entender su voz, conocer su guía. Que nos hagan cercanos, que nos vuelvan “hijos amados”, mimosos de Papá, no por lo que hacemos para él, sino por cuanto lo amamos, lo deseamos, queremos estar cerca. Santiago‬ ‭4:5 ‬‬‬‬‬‬‬ ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Este pasaje muestra, que su Espíritu Santo desea con celo nuestra exclusividad y cercanía, momentos donde estemos solo en comunión con El, en la intimidad. Una intimidad que nos acerca y crea el clima donde la oración se vuelve una conversación amena y cordial, donde logramos convertir la vana palabrería, en ese momento único, que nos regala claves, revelaciones, respuestas y la increíble oportunidad de conocerlo y comprender su trato y guía, y esa transformación que sufre nuestro espíritu al estar en su presencia, absorbiendo fortaleza, capacidad y esa gracia indispensable para el desarrollo de nuestro ministerio! Estar en su presencia, no es estar citando nuestras necesidades! es buscar sentirte cerca, sentirlo cerca; es necesitar la charla que te descansa, que te tranquiliza; es llegar al lugar donde tus cargas quedan y tus fuerzas se renuevan; donde tus miedos se desvanecen y tu confianza se vuelve atrevimiento para ir por los desafíos, donde sabes que El estuvo, sin ninguna duda, porque tu corazón lo certifica; es haberte tomado el tiempo para dedicárselo, porque tu propia vida se recarga allí y de ese instante nacen nuevas fuerzas y motivos nuevos para avanzar. Si cambiamos nuestra actual forma de entender la oración, no estaremos largo tiempo orando solo cuando son muchas las necesidades! Sino, se nos volverá grato ese momento, lo necesitaremos, no para recordarle a Dios lo que nos hace falta, sino porque queremos estar cerca de Él, que es la fuente inagotable de vida y fuerzas. Necesitamos lo que provoca su presencia en nosotros, esa convicción de su cercanía, que te hace sentir amado y especial, seguro y protagonista de sus sueños y que añade la confianza para ser también protagonista de logros importantes en nuestras vidas. No vayas más a orar para recordarle tus necesidades, pues ya las conoce, anda por tu necesidad de Él. Ya que eso es lo agradable a Dios. Un Padre que recibe la visita de un hijo, buscando el placer por su compañía, es un padre dichoso, y un padre feliz, difícilmente no honre a sus hijos con su bendición! Tranquilos! Nuestras necesidades están cubiertas si Dios se siente amado por nosotros! Hace de tu encuentro diario con Él, una cita impostergable, la cita donde el amor alli recibido, te reinicia, y energiza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Busquen a Dios mientras pueda ser hallado

Este es el tiempo de buscar a Dios. Este es el tiempo que él abrió las puertas del cielo para que podamos acudir a Cristo, y para que en Él ...