viernes, 11 de noviembre de 2022
EL DEBER DE TRABAJAR (PARTE 2)
Esta semana continuamos con el desarrollo del deber de trabajar. La primera parte publicado en el blog, la semana pasada. Comenzábamos conociendo como se inicia todo con relación al trabajo. Sabemos que el principio de todo trabajo, es que todo lo que ganemos con nuestro esfuerzo, debe ser genuino. Sí genuino, o sea, ganado honradamente sin atajos, sin engaños. Conformándonos con el dinero que nos toca percibir, sin buscar ganancias que sean deshonestas.
¿Cuándo comienza todo esto de tener que trabajar? Que tantas veces cuestionamos, ¿Por qué tengo que trabajar? Y, ¿Para qué voy a trabajar? ¡Si no me alcanza lo que gano! ¡que trabajen los pobres! y así, un montón de juicios que echamos sobre, lo único que nos hace dignos.
Dice Gn. 3:19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.
De este verso podemos entender que, para dejar de trabajar en la vida, no hay un tiempo límite (Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra … dice). El mundo, hoy quiere convencernos que cuando la persona cumple con lo establecido por la ley de jubilaciones o de retiro, no puede volver a realizar ninguna actividad laboral. Lo único que queda después de acogerse a este beneficio en la ancianidad, tal vez sería, la muerte. Pero, cada uno tendrá su criterio de pensamiento, en esta cuestión.
Sabemos, que el trabajo requiere de un horario de actividad laboral. Por eso la palabra, también se encarga de ordenar eso y nos instruye con respecto al tiempo que debemos ocuparnos en él. Ex. 20:9 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, Ex. 20:10 pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija...Ex. 20:11 Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado (en el caso nuestro, es el domingo) y lo declaró día sagrado.
Todo tiene su tiempo Ec. 3:9 ¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar? Ec.3:12 yo sé que lo mejor que puede hacer el hombre es divertirse y disfrutar de la vida, Ec.3:13 pues si comemos y bebemos y contemplamos los beneficios de nuestro trabajo, es porque Dios nos lo ha concedido. Y si no contemplamos, o no nos damos cuenta de los beneficios de nuestro trabajo, es porque hay algo que no estamos poniendo en práctica, en nuestra vida.
La experiencia nos dice, Ec.2:24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.
Sal.128:2 Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien.
Espero, que pueda llegar a servirles la columna que hoy publicamos. Más que nada para poder entender la importancia del trabajo en nuestra vida y en nuestro entorno. Trabajar es, de acuerdo a lo que nos instruye la palabra, no solamente obtener dinero y así poder comprar lo que queremos. Sino, que seamos felices y nos vaya bien.
Gracias. Hasta la semana próxima.
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