sábado, 10 de junio de 2023

Trabajar Dignifica

Todo ingreso de dinero que se produce en un hogar, tiene que ser producto de un trabajo digno, o sea, un trabajo real, verdadero. Día a día se generan muchos nuevos y también novedosos trabajos, después de la pandemia (incluido el aislamiento) están muy de moda los trabajos en modalidad híbrida y remota. Nunca el trabajo falta, trabajos sobran y abundan. La cuestión es, cual es nuestra pretensión. Trabajos en el área de la construcción, hay bastante, el tema es que queramos ir a trabajar en algo que requiere de bastante esfuerzo físico. Jornadas largas y forzadas de trabajo, tal vez no sean de nuestro agrado, entonces surge la famosa frase, NO HAY TRABAJO Nos debemos remontar al principio de los tiempos, todo comienza ahí. Así nos cuenta la biblia. Gn. 3:19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás. Con este verso, no significa que el trabajo comienza como una maldición del pecado original. Si no que debemos esforzarnos para conseguir el sustento y obtenerlo con dignidad para poder prosperar. También da a entender, que el trabajo no termina, sino que sigue hasta el día que partamos a estar con Dios, y ahí será el descanso eterno. A través de la palabra, somos instruidos de la forma como se debe administrar el trabajo, para que no se convierta en un esfuerzo imposible de soportar. Ex. 20:9 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, Ex. 20:10 pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día…Ex. 20:11 Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado (en nuestro caso, el día domingo) y lo declaró día sagrado. Dios que creó todo, formó la tierra en seis días y el séptimo descansó. Gn.2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación Sal.127:2 De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen. Hay que tener coherencia con el tiempo (horas) que uno dedica al trabajo. De que sirve trabajar demás, y terminar comiendo un pan ganado con mucho esfuerzo, cuando Dios se va a encargar del fruto de nuestro trabajo, siempre que confiemos en Él. Jesús cuando estuvo cumpliendo la misión encomendada por Dios, trabajó dando a conocer quién es Él, y quien es su Padre. Durante el transcurso de tres años, recorrió lugares enseñando y sanando enfermos, tanto fue el trabajo de Jesús que él apóstol San Juan describe, Jn.21:25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. También antes de iniciar su obra, trabajó como carpintero, siguiendo el oficio de José. Jn.5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Cuando no entendamos bien que el acto de trabajar dignifica y, además, que haya alguien que no quiera cumplir con esto; podemos seguir los siguientes consejos: 2Ts.3:6 Hermanos, les ordenamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de cualquier hermano que lleve una conducta indisciplinada y que no siga las tradiciones que recibieron de nosotros.2Ts.3:7 Pues ustedes saben cómo deben vivir para seguir nuestro ejemplo: nosotros no llevamos entre ustedes una conducta indisciplinada, 2Ts.3:8 ni hemos comido el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, trabajamos y luchamos día y noche para no serle una carga a ninguno de ustedes. 2Ts.3:9 y ciertamente teníamos el derecho de pedirles a ustedes que nos ayudaran, pero trabajamos para darles el ejemplo que ustedes deben seguir. 2Ts.3:10 Cuando estuvimos con ustedes, les dimos esta regla: El que no quiera trabajar, que tampoco coma.2Ts.3:11 Pero hemos sabido que algunos de ustedes llevan una conducta indisciplinada, muy ocupados en no hacer nada. 2Ts.3:12 A tales personas les mandamos y encargamos, por la autoridad del Señor Jesucristo, que trabajen tranquilamente para ganarse la vida. Gracias. Hasta la semana próxima.

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