lunes, 26 de septiembre de 2022
No demores en buscar a Dios, vulnerables atraemos lo que nos aterra!
Cuando llegan a Dios los seres humanos?
No llegan cuando se sienten seguros y confiados, no llegan cuando se saben sanos y fuertes, no!
Es en la fragilidad, la debilidad, la inseguridad y la flaqueza, ¡es cuando nos sentimos vulnerables! Pero es en ese instante donde se produce en el corazón del ser humano el temor! Que es la mayor fuerza de atracción de lo malo. (Job 3:25 - Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.) Y es entonces que, vulnerables! buscamos a Dios, porque reconocemos que estamos expuestos y propensos a ser afectados, heridos, derrotados o muertos. Nos sentimos Vulnerables.
Qué es Vulnerabilidad:
Vulnerabilidad es el riesgo que una persona, sistema u objeto puede sufrir frente a peligros inminentes,
sean ellos desastres naturales, desigualdades económicas, políticas, sociales o culturales.
La palabra vulnerabilidad deriva del latín vulnerabilis. Está compuesto por vulnus, que significa 'herida', y el sufijo -
abilis, que indica posibilidad; por lo tanto, etimológicamente, vulnerabilidad indica una mayor probabilidad de ser
herido.
Qué es Vulnerable:
La palabra vulnerable se utiliza como adjetivo para hacer referencia a una persona o cosa que puede ser
dañado o recibir lesiones, bien sea físicas o morales. La palabra vulnerable es de origen latín “vulnerabilis”, una
palabra formada por “vulnus” que significa “herida” y el sufijo “-abilis” que expresa “posibilidad”, por lo tanto, es
la posibilidad de ser herido.
Nos acercamos a Dios, al sentirnos amenzados, rodeados, frágiles:
David dice:
Salmos 25:16-19
Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han
aumentado; Sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados. *Mira mis
enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
*Cuáles Enemigos? Hombres armados, personas que quieren hacerte mal… o encaja allí también la pobreza, enfermedad, fracaso, soledad o lo que es peor… la muerte (Ecl. 8:8 - no valen las armas en tal batalla) Cuales?, de hecho son tantos (se han multiplicado), que estamos rodeados, como el salmista decía…
2 Samuel 22:5-7
Me rodearon ondas de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon;
Tendieron sobre mí lazos de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su
templo, Y mi clamor llegó a sus oídos.
Los seres humanos no reconocemos esta verdad, que siempre estamos en debilidad y fragilidad, de manera constante vulnerables!
No debiéramos esperar a acusar el sentimiento para acercarnos a Dios! Sabemos que el hombre solo al saberse vulnerable lo busca… pero aunque no lo aceptemos, lo estamos siempre! de manera constante, solo que si esperamos hasta que nos gane el temor, atraeremos todo lo que nos aterra!
Acércate a tiempo, llega a Dios, antes de sentirte asustado, antes de que tu propio miedo te paralice y te deje vulnerable, porque si estás cerca suyo, no dejarán de haber situaciones que nos puedan afectar, solo que nuestro corazón estará tranquilo; y sin temor hay fe, y con fe no solo agradamos a Dios, sino nos hacemos de su respaldo y compañía, y si El está, quien podrá ser contra nosotros!
Salmos 27:3
Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
viernes, 23 de septiembre de 2022
Dando gracias a Dios
Hoy el título de esta columna, nos lleva a conocer el deber de dar las “gracias” (o sea ser agradecidos). En estos tiempos, casi no se acostumbra el agradecimiento. Vemos y escuchamos muy poco al que agradece, o sea la persona agradecida.
La palabra gracias, se convirtió en una forma de entender; que si damos las gracias es tal vez una humillación para el que la da ante el que la recibe.
Pero, hoy vamos a leer como la persona más poderosa de la tierra, nunca se avergonzaba de dar gracias. Y especialmente a su padre…
Vamos a ver (en esta historia bíblica) como Jesús nos enseña a dar las gracias, especialmente a las cosas que provienen de Dios.
Mt. 15:32 Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: –Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. No quiero mandarlos sin comer a sus casas, porque pueden desmayarse por el camino.
Mt. 15:33 Sus discípulos le dijeron: –Pero ¿cómo podremos encontrar comida para tanta gente, en un lugar como este, donde no vive nadie?
Mt.15:34 Jesús les preguntó: –¿Cuántos panes tienen ustedes? –Siete, y unos pocos pescaditos –contestaron ellos.
Mt. 15:35 Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo,
Mt. 15:36 tomó en sus manos los siete panes y los pescados y , habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, y ellos los repartieron entre la gente.
Mt. 15:37 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y aun llenaron siete canastas con los pedazos sobrantes.
Mt. 15:38 Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Claramente, la multiplicación de los peces y de los panes se produjo cuando Jesús da gracias a Dios. Esta acción nos puede llevar a reflexionar que, dando gracias y especialmente a Dios tal como lo hizo Jesús, muchas cosas escasas en nuestras vidas pueden llegar a multiplicarse. Dice, que comieron cuatro mil hombres, sin contar mujeres y los niños quedando satisfechos y aún, sobró.
Jesús en la última cena que comparte con sus discípulos, toma el pan y da gracias… Lc. 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
Todavía no dejamos de admirarnos de ese gran milagro donde se alimentaron multitud de personas, y nos encontramos con otro casi similar. En este acontecimiento, el apóstol San Pablo se encontraba siendo trasladado como prisionero en un barco. Cuando se levanta una gran tempestad en el mar y tuvieron que pasar muchos días en el barco sin control y a la deriva.
Hch.27:35 Al decir esto, Pablo tomó en sus manos un pan y dio gracias a Dios delante de todos. Lo partió y comenzó a comer.
Hch.27:36 Luego todos se animaron y comieron también.
Hch.27:37 Éramos en el barco doscientas setenta y seis personas en total.
Volvemos a encontrarnos con un acto similar al que Jesús había hecho. Tomando el apóstol un pan y dando gracias a Dios, volvieron a alimentarse nuevamente doscientas setenta y seis personas.
¿Llegamos a darnos cuenta la importancia de dar gracias a Dios?
Así nos enseña el apóstol San Pablo en…Ro.7:25 Solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo. En conclusión: yo entiendo que debo someterme a la ley de Dios, pero en mi debilidad estoy sometido a la ley del pecado. Él (San Pablo) siempre se asumía como el primer pecador y eso que era muy cuidadoso de su conducta y de su temor a Cristo y, además, siempre dando gracias a Dios por medio de Jesucristo.1Co.15:57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
De Esta forma se debe dar gracias a Dios. Tal cuál como el apóstol San Pablo lo da por medio del mediador con Dios y nosotros, que es Jesucristo. Ef.5:20 Den siempre gracias a Dios el Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.1Te.5:16 Estén siempre contentos.1Te.5:17 Oren en todo momento.1Te.5:18 Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús.
No olvidemos que Jesús nos dice, Ap.3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Recordemos que la venida de Cristo está cerca, Ap.22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. Ap.22:21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén
Gracias. Hasta la próxima
martes, 20 de septiembre de 2022
Vive el hoy, disfrútalo!
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
afanoso, afanosa
Que trabaja mucho y de manera constante y aplicada. Que se esfuerza. Que es muy duro o trabajoso.
Al examinar las palabras usadas por Jesús (Mt. 6:25) y sobre todo la expresión “no os afanéis” vemos que es utilizado como: estar ansioso o preocupado. Por eso, se puede traducir como: “no estéis ansiosos”, “no os angustiéis”, “no os preocupéis” a lo que Él le añade, “por vuestra vida”,
Tanta gente hoy encaja en esa descripción. Esforzándose, ansiosos, preocupados, angustiados no solo por adquirir lo necesario para comer o beber, va más allá la preocupación. Quieren tener, construir su futuro, e incluso en su imaginario, se dicen: voy a dejar algo mejor para quienes amo, voy a intentar ofrecerles porvenir y seguridad.
Los vemos en constante tensión, preocupados del futuro que supuestamente “estan asegurando” para quienes aman!
Pero se puede asegurar el futuro? Si no tengo la potestad de asegurar el mío, cuanto menos el de otros! El futuro es un misterio, y eso no nos pertenece, solo le pertenece a Dios (Dt. 29:29). Pero decimos, como un justificativo, soy previsor, por eso hago, junto, me preocupo! Quiero un buen mañana para mi y los míos! Y parece entonces que viven más en el posible mañana, que disfrutando el hoy! Y para nuestro dolor, en estos tiempos hemos notado, que quizá mañana, aquellos para quienes construimos no estén, incluso ni siquiera yo se si los disfrutaré. Hemos reconocido la fragilidad de nuestra existencia y la torpeza de nuestro razonar, estár preocupados de un mañana incierto, y del que no tenemos potestad, descuidando nuestro hoy! Estár haciendo tanto por el futuro, que nos queda muy poco para dar en el presente.
Ejemplos:
• Estas juntando para que tus hijos estén mejor mañana, pero su hoy, no te es importante? A veces tan ocupado, tan
cansado y ansioso, que no pueden tener lo que necesitan hoy, una charla, un abrazo, muchas risas, algunos juegos,
que le digan que son tu hermoso presente, que vale disfrutar. Esas cosas que son el hoy y mañana no estarán, se
habrán ido con su niñez, o adolescencia, o las desiciones que los habrán alejado, y entonces de nada habrá servido
ese afán, solo vivirás angustiado por no haber disfrutado tus presentes.
• Estás tan preocupado por ofrecerle a tu pareja algo mejor, un mejor futuro; tan involucrado en la construcción del
mañana, que se te escapan los detalles de un presente necesario, las conversaciones, los proyectos en común, el
cómo se siente, que le falta, que querría de vos hoy, ahora! que es lo que cambia el humor, lo que te permite disfrutar,
disfrutar, si, porque los sueños no se disfrutan solo se esperan, ansiosos, el presente se disfruta, y en un mundo de
tanta incertidumbre, disfrutar es un regalo.
• Estás intentando construir un mañana seguro, lleno de certezas, un mañana con todos los elementos necesarios para
estar bien y tranquilo… mañana, pero y hoy? Si lo que les de seguridad a los que amas, es tu presencia hoy, no solo
física sino tu presencia real, ser parte de su presente, con tu amor, tu preocupación, tu aporte a su formación o a la
construcción de tu familia. Con tu compañía en cada instante, los tiempos de alegria, las tristezas, los momentos de
aplausos y las correcciones, frente a frente en una charla, frente a una pantalla viendo fútbol, compartiendo sus
pasiones, haciendo un deporte con alguno de ellos, mostrándote presente, que es lo que muestra su importancia y
genera en ellos la seguridad, de que lo más importante para el futuro lo tienen, y sos vos, hoy!
Solo Dios puede obsequiarnos un día más y nos sustenta con vida, nadie tiene asegurado otro día. Ésta errónea mirada de creer que si, nos hace vivir en el lugar equivocado, preocupados por el mañana, olvidándonos del hoy. Perdiéndonos aquello que no volverá, eso único e irrepetible que es la vida!
Los primeros pasos de tus hijos, su primeros dientes, o la primera vez que fue al dentista, su primer día de jardín, o primaria, y también secundaria y universidad, son días trascendentales para ellos; la charla de su primer noviazgo, las lágrimas de sus primeras tristezas, su primer partido de algún deporte, su trofeo, o su angustia en la derrota, su turno con el pediatra, su cama en el hospital en su operación o internacion, su título o la preparación de su fiesta, incluso su boda; son instantes qué pasan de prisa, y si te los perdés, ya no volverán, solo te lo contarán o lo verás en fotos, fotos en las que no estaras.
La mirada de tu esposa/o esperando tu reacción cuando tienen un nuevo corte, o ropa; sus palabras desnudando su corazón, esperando tu atención y respuesta; su esfuerzo por verse mejor, esperando tu piropo; sus angustias esperando tu preocupación o abrazo; sus lágrimas, esperando tu consuelo; incluso sus errores, esperando tu mirada y consejo. Eso es la vida, tu vida, el presente, donde tenes que estar, donde tenes que vivir e interactuar; tantas cosas valiosas, que cuando se pierden duelen, y cuando están presentes se ignoran, porque parecen nos pertenecen, y siempre estarán ahí.
Deberíamos aprender a manejar el afán, Jesús reprende a Marta (S. Lucas 10:41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.) porque la encuentra ansiosa y preocupada ;les enseña a sus discípulos que el afán es uno de los males, (S. Marcos 4:19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la
palabra, y se hace infructuosa) que nos hace olvidar lo importante, y afirma que solo
debemos ocuparnos de sabernos cerca de Dios, ya que es un mal el no tener nuestro corazón tranquilo! (S. Mateo 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal)
No es no ser previsor, no es no intentar progresar en favor de los tuyos, es no sufrir por el futuro, es no estar preocupado por el mañana, sino ocupados en el hoy, responsables y disfrutando de la vida, (Dios, tu familia, tu ministerio, lo importante) que es la indispensable y necesaria ocupación; y aprender a llevar nuestra ansiedad a Dios, dejar por medio de una oración el paquete de preocupaciones, necesidades e incertidumbres de nuestro mañana. La palabra tomada decía, llévalos a él en una oración, si ves que esa oración no ha llegado al corazón de Dios, entonces volverá un ruego apasionado, para luego, agradecer al Sr. de nuestro futuro, agradecer, porque él obrara, y así tu pensamiento estará en calma, y tu corazón sin temores. Para disfrutar el hoy, vivir lo bueno de la vida! El hoy
Cada día ora, poniendo en el corazón de Dios tus proyectos y futuro, y tranquilo y sin temores vive tu presente de su mano, su promesa es que el resto vendrá por añadidura!
domingo, 18 de septiembre de 2022
EL PACTO ETERNO
Un pacto, es un acuerdo entre dos partes.
Dios, a lo largo del tiempo para poder mantener una relación de amor con la humanidad por causa de aquellos, que no resistieron a la tentación de la serpiente. Debió realizar distintos pactos.
Dios mismo declaró, en las escrituras, que era necesario hacer una alianza con nosotros para que la humanidad no pereciera.
El último y gran pacto que Dios hizo con la humanidad, fue entregar la sangre de su único Hijo, Jesús.
El primer pacto que Dios hace con la humanidad es el pacto con Noé (el que fabricó el arca antes del gran diluvio). La señal que Dios, pone para recordar ese primer pacto, es el arco iris.
Gn. 9:12 Esta es la señal de la alianza que para siempre hago con ustedes y con todos los animales:
Gn. 9:13 he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal de la alianza que hago con la tierra.
Gn. 9:14 Cuando yo haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas.
Gn. 9:15 Entonces me acordaré de la alianza que he hecho con ustedes y con todos los animales, ya no volverá a haber ningún diluvio que los destruya.
Gn. 9:16 Cuando el arco iris esté entre las nubes, yo lo veré y me acordaré de la alianza que he hecho para siempre con la humanidad y todo animal que hay en el mundo.
Los siguientes pactos que aparecen en la Biblia. Son los que hace Dios con Abraham, varios pactos fueron, y uno de estos se trata de la circuncisión. Gn. 17:10 Esta es la alianza que hago con ustedes y que deberán cumplir también todos tus descendientes: todos los hombres entre ustedes deberán ser circuncidados.
Así, en la Biblia, de aquí en adelante vamos a encontrar varios pactos que Dios realiza con su pueblo. Hasta que llega el último y más importante de los pactos o alianza de Dios con la humanidad.
Lc. 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
Ese último y gran pacto o alianza se llama Jesús, su Hijo unigénito. El cual para para poder cumplirse, su cuerpo tuvo que ser entregado a muerte y, su sangre derramada.
Lc. 22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por ustedes se derrama.
La vida de Jesucristo (el salvador, el mesías) que vino a dar por la nuestra. El último pacto, de Dios, con la humanidad
Lc. 24:46 y les dijo: –Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día, Lc. 24:47 y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, Lc. 24:51 y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo
El pacto final, el más importante, el último. Ha sido cumplido. Nadie, absolutamente nadie, puede romperlo. Todo, fue cumplido. Queda solamente en nosotros, dejar que esto se cumpla en nuestra vida, hoy, no mañana, ni pasado, ni más adelante. ¡¡¡No, hoy!!!
Gracias.
Hasta la próxima.
lunes, 12 de septiembre de 2022
Sus promesas no son probabilidades, son certezas
Josué 1:3
Yo os 1he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que 2pisare la planta de vuestro pie.
• Analicemos algo asombroso, un juego de verbos, que le da revelación e importancia a esta palabra, y nos obliga a la acción.
Solo para conocimiento del maestro
1 este verbo es pretérito perfecto, básicamente un pasado reciente, dice entonces “yo ya les entregué”.
2 este verbo es en futuro imperfecto, que indica el hecho como no acabado, Se llama imperfecto porque no
indica si la acción o estado va a completarse o concluirse. Querría decir algo así como “si lo llegas a pisar”.
Básicamente podríamos parafrasearlo como: yo ya les entregué (está hecho), todo aquello que te atrevas a pisar (depende de tu acción). Aquí podemos ver qué hay una promesa que asegura el resultado, pero a su vez lo condiciona a la acción de los destinatarios de esa promesa!
Éste es el recordatorio del juramento hecho por Dios, de la promesa inmutable hecha a su pueblo!
Deuteronomio 1:8
Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Vemos aquí, cómo las promesas, no son probabilidades, sino realidades que se deben ir a buscar; nada puede impedir su cumplimiento, ya fueron realizadas por Dios, ya está determinado, y aunque no se vieran aún en lo natural, son una realidad! sólo condicionada por nuestra fe, esa que se manifiesta cuando nos lanzamos seguros a la concreción de lo que reconocemos nos espera.
Tenemos demasiados conocedores de promesas, muchos grandes proclamadores, constantes recitadores de lo que Dios va a hacer, personas que motivan e impulsan a quienes los oyen con promesas increíbles que tienen el poder de generar expectativa y hacernos soñar en grande.
Pero a pesar de esto, suele quedar en nosotros la sensación de qué pueden ocurrirnos cosas increíbles, que podemos alcanzar cosas asombrosas, pero siempre como una posibilidad, quizá muy probable, pero aún así, como una probabilidad; cuando en realidad las promesas divinas no son probabilidades, son certezas, no es algo que puede ocurrir, sino algo ya ocurrido, solo que no visto aún, por mi incapacidad de entender esta verdad! Cuando comprendemos que las promesas son realidades esperando por nosotros, y que nuestra accion las dispara, permitiendo su concreción visible
y material, es cuando dejamos de recitar y solo predicar de sus promesas, y nos ponemos en marcha, para alcanzarlas, para verlas y vivirlas!
Solo entonces dejamos de decir: mi célula va a llenarse, y salimos a buscar a quienes la han de llenar; dejamos de decir: Dios está conmigo y me va a respaldar, para atrevernos a los desafíos que El ha puesto en nuestro corazón; dejamos solo de proclamar: seré un gran líder, y comenzamos a desarrollar nuestro liderazgo; dejamos de contarle a todos que la prosperidad es una promesa para mi, para ir a emprender aquellas actividades que me bendecirán materialmente.
Todas sus promesas, tienen este principio, ya nos han sido entregadas, pero también tienen ese disparador, están condicionadas por lo que me atreva a ir a buscar! Es tiempo que salgamos por cada promesa, que dejemos de esperar que se cumplan, como si fueran de auto cumplimiento, no… no es así! Ya es nuestro todo aquello que vayamos a conquistar. No te quedes cómodo a la espera, salí por tus sueños, que son sus promesas para tu vida, y ya están realizados, solo debes ir en busca de ellos. Añadirle a tu fe la obra, y salí a ser protagonista de las conquistas preparadas para vos!
viernes, 9 de septiembre de 2022
Funciones indelegables y responsabilidades irrenunciables
Un principio importante, una regla inamovible y seria!
S. Mateo 23:23
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Parece que encontramos, en ocaciones, excusas para no cumplir con nuestros deberes, hallamos razones para delegar en otros nuestra función; nos decimos (y lo creemos), no puedo responder pero tengo una razón de peso, o justo debo hacer otra cosa que es muy importante! no tengo la posibilidad de hacerlo, pero es porque me pasó algo grave o, justo estoy haciendo algo que es imprescindible!
Pero el pasaje elegido marca un principio, “esto es necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Básicamente, dice: puede que tengas otro compromiso, o hayas asumido otras responsabilidades, pero no te da el derecho de dejar de cumplir con las funciones que son propias de nuestra vida o posición, o no responder a las responsabilidades que son los deberes de esas funciones!
En nuestra vida debe manifestarse la confiabilidad, no en algunas áreas particulares, no podemos asumir que hay áreas prioritarias y por ello, al resto puedo no responderle, y creer que tengo justificación. Debe mostrarse en nuestra vida en general, completa. Nuestra palabra debe ser un documento, y aquello de lo que soy responsable o los deberes que me competen, son dignas de mi cumplimiento no de mis excusas!
Debemos definir cuáles son nuestras funciones indelegables y cuáles nuestras responsabilidades irrenunciables y convertirlas en impostergables, sin posibilidades de faltarles, si excusas. Esa es tu esencia, ahí se muestra tu integridad.
Sos padre/madre, esposo/a, hijo/a, empleado, pastor/a, líder, maestro/a, etc. No podes delegar esa función, ni enunciar a las responsabilidades que ellas implican, no hay excusa.
• No podes decir no pude cocinar, porque estaba consolidando, ni no pude venir a la consolidación pactada, porque debía cocinar. Ambas son tus responsabilidades y son irrenunciables.
• No podes dejarle a tus hijos de manera permanente a sus tíos, abuelos, algún vecino, porque tenes que ministrar. Ni podes excusarte, diciendo bueno háblalo con tal persona porque yo no puedo, no tengo con quien dejar a mis hijos. La función es indelegable.
• No podes no tener tiempo para tu esposo/a o hijos/as, afirmando que tus actividades ministeriales son muchas e importantes, ni tampoco abandonar tus actividades, por responder a los compromisos de familia. Ambos son prioritarios.
• No podes no asistir al trabajo o pedir siempre permiso argumentando qué hay que consolidar, o te pidieron de la iglesia algo y por eso fallar en lo laboral; es tiempo pagado, ese tiempo es de quien nos paga, entonces no podemos dejar de responder. Yo soy el empleado, debo cumplir, hay tiempos y debo administrarlos.
• Es imposible que se sientan por vos “abandonados” en tu hogar, debido a estar consumido por compromisos, ni dejar tu liderazgo, célula o pastorado, por qué queres tiempo para la familia. Administra tu tiempo, hacé esto… y aquello también! ambas son imprescindibles.
Tampoco puedo excusarme por aquello que puede ser un inconveniente o problema.
• No podes no cocinar en tu casa, y excusarte en me pelee con mi esposo! Ni por esa misma causa no hacer tu reunión de G12, predicar o hacer tu célula, es tu función de madre, líder o maestra y es indelegable, vos sos la madre, líder o maestra, y no podes renunciar a tu responsabilidad. Esos niños solo tienen una madre, esos discípulos, te tienen a vos como maestra o líder. Incluso ese hombre con el que podes haber discutido, aún te tiene como esposa. No se delega ni se renuncia.
• No te avala que te hayas separado, y que tengas una mala relación con el o ella, o que tu actual pareja le incomode, para olvidarte de tus hijos, no ser parte de sus vidas o responsabilizarte de su bienestar. Nada te excusa, sos padre/madre y eso nada ni nadie puede cambiarlo, lo serás siempre. Y nada te excusa.
• No podemos pretender que algo nos justifica, y entonces solo ser olvidadizos con nuestros compromisos. Dejar de cumplir por estar enojados o heridos, sentir que la angustia o depresión que provocan los inconvenientes, avala el dejar nuestros deberes u omitir nuestras responsabilidades, jamás! nada te otorga el derecho para delegar o renunciar.
Tus hijos, tu pareja, tus padres, tus discípulos, tu iglesia, te tienen como referencia, esas posiciones te atribuyeron compromisos, y no podes faltarles a ellos. No hay excusas.
Nos definimos en ocaciones como puntuales en nuestro trabajo, pero no podemos llegar a tiempo en nuestros compromisos eclesiásticos, reuniones, células, consolidaciones.
Nos decimos grandes empleados, por no faltar a nuestros empleos y por ser eficientes en nuestras labores, pero somos lo opuesto en nuestros ministerios, puedo hacer esto, dejando lo otro?
No asumas más de lo que podes cumplir, y aquello que ya es tu compromiso, cumplilo!
Tantas veces creemos que un mal momento nos da una razón o excusa! una crisis o enojo (queremos estar solos), tristeza (solo se quiere llorar), emoción (felices porque se nos dan las cosas queriendo disfrutar), depresión (no tenemos ánimo de nada), no importa que estado, situación o circunstancia estemos atravesando, no podemos renunciar, delegar, ni hacernos los olvidadizos. Solo el honrar nuestra palabra, dignificando nuestra función nos hace respetables. Eso nos da el respeto de aquellos que tienen el poder de hacernos sentir enormes o insignificantes. Los cercanos, afectos, familia, personas en las que influimos en algún momento.
función
Actividad particular que realiza una persona o una cosa dentro de un sistema de elementos, personas, relaciones, etc., con un fin determinado.
responsabilidad
Obligación de la que una persona debe responder.
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