jueves, 19 de enero de 2023
CONSIDERACIÓN
1 Corintios 13:5
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
Filipenses 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
La mayoría de las personas cuando exponen el no sentirse amadas, lo fundamentan como ¡no me prestan atención!, reclaman de alguna forna no sentirse considerados. Quizá aquellos destinatarios del reproche dirán: pero yo lo/a amo, asegurando que el vínculo o la cercanía de la convivencia, ya es suficiente. Pero no debemos dejar de lado la Palabra de Dios, como indicador perfecto de los componentes del amor, que señala a los actos u obras, como indispensables certificaciones! No podemos hablar o simplemente subir estados a una red social como para exponer al entorno mi compromiso con una relación, cualquiera sea, sino mis acciones! y no las grandes, a las que todos nos sentiremos obligados llegado el caso (como estar cuando estén enfermos graves, o dar si están en necesidad, o alguna de aquellas a las que moralmente nos sentiremos comprometidos), sino las pequeñas, aquellas que pasan desapercibidas a todos, menos a quienes se las ofreces.
Esas cosas son las que certifican el amor; dice 1º Jn. 3:18: no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad! Otra versión de lenguaje actual dice: no debemos limitarnos a decir que amamos, sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos.
Aquí es donde notamos las simples pero imprescindibles pautas del amor en las relaciones; la importancia que le damos a quienes decimos amar está relacionada directamente con la consideración; y ella no siempre está expuesta, no siempre es espamentosa, no siempre es conocida por los ajenos, pero siempre es recibida y apreciada por sus destinatarios.
Es el levantar lo que se cayó para que no lo levante otro; es lavar lo que ensuciaste, para que trabaje menos aquel a quien aprecias; es el llenar la jarra o botella de agua fresca o jugo, para que también encuentren algo fresco que tomar quienes viven en casa; es levantar la tapa del inodoro si sos hombre y vas a hacer pis, para que otros no tengan que limpiar para sentarse; es sacar a veces la basura para ayudar a quien viste ocupado/a el día entero; es hacer por el otro, lo que está necesitándo aunque no lo diga; es mandar un mensaje a quien está enfermo para saber su estado; llamar al que está pasando un mal momento; callar cuando sabes que alguien tiene un mal día y por eso está alterado; abrazar a quien llegó cansado, hacerle un té o invitarle un mate; es escuchar cuando están contándote algo que les importa, o entiendes se quieren desahogar; es hacer un mimo, cuando su mal día produjo que su carácter no sea el más agradable; es estar, aunque no tengas ganas, pero reconoces sos necesario; es hacer, cuando eso puede en algo mejorar el día o el instante de esa persona a quien amas. (Pueden agregarse aquellos ejemplos que puedan tener que ver con la realidad de los integrantes de sus células)
No son cosas que podrás fotografiar o acciones que se pueden subir a algún estado o historia de red social; ni siquiera lo contarás, no se puede exhibir como muestra de un gigantesco amor; NO! es solamente “consideración”, pero es el fundamento real, de todo amor genuino.
La consideración le da valor a quienes amamos y los vuelve especiales, porque aunque nos han enseñado que el amor no se reclama, sabemos que debemos darlo! aunque hayamos entendido que no dependemos del amor de otro para ser felices, tenemos la necesidad de ser amados, y aunque Dios sacia esa sed; en nuestra relaciones humanas es lo que nos retroalimenta; somos seres sociales, necesitados de vinculos, nutriéndonos de manera constante de los sentimientos que allí se generan. Esa es nuestra realidad cotidiana.
Por eso aprendamos a decirle a quienes tienen vinculos con nosotros, que los amamos! por medio de nuestra consideración, tan simple, tan normal, que a veces la menospreciamos, pero como un solido cimiento, está oculto, pero sostiene toda gran relación.
¿Podremos encontrar nuestras deficiencias aquí, y corregirlas por amor? ¿Seremos capaces de no limitarnos a decir que amamos, sino a demostrarlo por medio de lo que “hacemos”?
Esta pregunta no necesita respuesta, sino acciones!
jueves, 12 de enero de 2023
No te preocupes por tu inicio
Job 8:7
Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.
Siempre al inicio de un nuevo año, hablamos del inicio de nueva etapa; como si pudiesemos cortar, a travez de éste “nuevo inicio”, con las influencias de los resultados de la etapa que termina; aunque sabemos que no es así, que es imposible trazar una línea imaginaria, con el poder de separar absolutamente lo viejo, de lo por venir!
Por experiencia sabemos, que es una lucha larga y difícil, la que libramos por deshacernos de los fantasmas del pasado.
Una cosa es haber terminado una etapa de buenos y grandes resultados! éxito, prosperidad, alegrías y logros, y otra muy distinta es terminar cansado, con malos resultados, experiencias negativas, y muchos de los sueños sin cumplir o truncados.
Es difícil para nuestro pensamiento cristiano y exitista, aceptar que no hayamos vivido un año óptimo y por el contrario lo veamos carente de buenos resultados; reconociendo que eso nos llena de dudas acerca de cómo emprender esta etapa que inicia. Queremos ser optimistas y manifestarnos en fe, pero también pesa la realidad de los resultados, y nos genera incertidumbre lo vivido, incertidumbre que, se vuelve en ocaciones duda y pesimismo.
Dirán muchos, nooooo!, eso no es de cristianos… pero nadie podrá negar que eso es de “humanos”, y que esa batalla, siempre estará presente; nuestra fe, contra nuestra humanidad; la fortaleza atribuida por el amor y poder de nuestro Dios y Padre, contra nuestra constante debilidad; y esa permanente sensación de falta de méritos para esperar confiadamente su respaldo y guía.
Pero y como entonces aceptar que nuestro año no fue el soñado, si somos hijos del Todopoderoso que prometió llevarnos de triunfo en triunfo y de victoria en victoria? Simplemente “conociendo su Palabra”, que indica la probabilidad de malas circunstancias, que nos conduzcan a los buenos resultados! Su palabra (Ro. 8:28) dice: “todas las cosas ayudan a bien”, exponiendo que aunque no sean buenas las situaciones que debamos atravesar, son permitidas y puestas por Dios para aprender, y nos llevan a los resultados esperados. Aquí entonces, podemos dejar de culparnos por el aparente mal obrar, que podría haber provocado nuestro fracaso!, porque debemos incluir en nuestro caminar la intervención divina, con circunstancias aparentemente desfavorables, que nos llevaran al fin a lo bueno, pero que deberemos experimentar! como dificultades, problemas, o incluso fracasos momentáneos.
Es después de entender ésto, que podemos deshacernos de esa sensación de: ¡por algo soy un fracasado, y no merezco ni puedo esperar que Dios esté conmigo en este inicio!, reconociendo que: aunque cristiano, aunque de fe, aunque dentro de los propósitos divinos, puedo haber terminado cansado, con escasos resultados o sin que muchos de los sueños se hayan cumplido, pero esto no es determinante, esto no me define; tampoco una etapa, tiene el poder de determinar cuán exitoso o fracasado soy en la vida! porque todo tiene su tiempo en Dios, y hay tiempos de reír, pero también los hay de llorar, y todo fue diseñado y permitido por nuestro Dios.
Es por eso que sí!; podemos no haber terminado el año, a la vista de los demás, como absolutos triunfadores, pero eso nunca definirá lo que somos, porque en ocaciones se necesita ser pequeño para asombrar con las grandezas de Dios ejecutadas a través de nuestras vidas, o se necesita ser débil, para que la fortaleza que se muestre en nosotros se reconozca divina, o simplemente, comenzar en lo poco para terminar en lo más, y así, mostrar que si el está de nuestro lado, nunca una circunstancia es definitiva, siempre es la transición a algo mejor, mayor, imposible, que le de gloria a El, aunque se haya producido por medio de pequeños hijos suyos, que parecen incapaces de tanto.
Podemos comenzar sintiéndonos cansados y un poco decepcionados, pero jamás aceptar que fracasamos, o que no podemos, porque es solo una etapa, un tiempo de transición que nos llevará a lo que nos espera, podremos parecer pequeños, cansados y frágiles, pero es nuestro actual principio, quédate hasta ver tu final, no te lo pierdas!
Job 42:12
Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas,
miércoles, 4 de enero de 2023
OIGÁMOS MAS
Santiago 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Hay algunas cualidades que como cristianos debemos poseer, no es opcional en nosotros, ya que nuestra vida está en constante observación(He. 12:1), y por lo tanto, indefectiblemente influyente; ya sea para bien, por nuestros aciertos, o para mal, con nuestros equívocos; debemos recordar que somos ejemplo siempre, nos guste o no, lo somos! y esa es una responsabilidad que no debemos descuidar.
De estas cualidades, hay algunas que resaltan: nuestra capacidad de sostener relaciones fuertes y sanas (de pareja, con los hijos, de amistad, compañerismo, etc); nuestra comprensión para con el otro (lo que nos da empatía) y una tercera que es la capacidad de tener las palabras adecuadas para influir en quienes nos buscan o afectamos (consejos, motivación, consuelo, corrección, etc).
Estas cualidades de los cristianos, se manifiestan en la interacción cotidiana, a través de la comunicación con quienes nos rodean. En ésto debemos trabajar este año, ya que como seres humanos, tenemos la costumbre de defender nuestras supuestas verdades, como si fueran la verdad absoluta!; emitir juicios apresurados y permitirnos prejuicios, mucho antes de obtener los elementos necesarios para un correcto análisis!; y responder, aconsejar o decir, sin permitir que el otro se desahogue, y pueda volcarnos todo su sentir, con sus propias palabras, exponiendo lo que sienten como “su realidad”.
Los seres humanos, no podemos vivir en permanente conflicto con familia, amigos, compañeros de trabajo, etc., eso es vivir infelices; somos seres sociales y nuestra interacción nos retroalimenta. Como cristianos, no podemos permitirnos barreras que nos impidan acercarnos a quienes necesitamos o amamos o les impida acercarse a aquellos que nos necesitan y aman; ni obstaculicen la posibilidad de buenas relaciones con quienes nos enriquecen, bendicen, o llenan de ese afecto indispensable para revitalizarnos a diario.
Cuantas veces no has defendido tu verdad con terquedad, sin permitir que el otro cuente como se siente con esa verdad, creyéndote el dueño de la razón?; ¿en cuantas ocaciones no te has parado con la seguridad de que el resto está equivocado? Y has emitido juicios, o te permitiste un pensamiento, sin tratar de conocer en profundidad la situación! O te mostraste insensible y sin empatía porque te hiciste una imagen con muy pocos elementos! ¿y en cuantas ocasiones no diste una respuesta o consejo, o tu opinión “autorizada”, sin dejar que el otro hable, se exprese con libertad, y haya expuesto su corazón?
Será un año que creemos será distinto, y siempre esperamos que sea la bendición de Dios la que lo vuelva así! y si bien es la verdad, lo es parcialmente, porque aunque no podemos prescindir de su obrar en nuestro favor para ser bendecidos, y disfrutar de un año en bendición; también es verdad, qué hay cosas que nos competen, y con las cuales subsanamos y construimos puentes y vinculos, que nos son indispensables y nos permiten relaciones que nos hacen tan bien, regalandonos a diario paz y felicidad!
Que sea este año, un tiempo para escuchar! darle importancia a lo que el otro siente, preocuparnos por lo que al otro le pasa; ser prontos para oír! no superficialmente, no solo para cumplir con estar, sino para tratar de “ver” los corazones, conocer lo qué pasa por ellos; para entonces hablar, pero como resultado de aquello que pudimos con humildad descubrir, quizá debamos disculparnos, cuando veamos lo que nuestra forma de ser, provoca en otros; o nos demos cuenta que no decimos lo correcto en ocasiones; quizá entendamos, después de oír con el corazón, las situaciones que ellos viven y nos conmuevan; y nos demos cuenta porque les cuesta tanto o no lo logran; quizá después de dejarles hablar, encontremos las palabras justas para el consejo, la guía apropiada para ser útiles, los conceptos que lleven consuelo y aquellos dichos sabios, que muestren nuestro amor, palabras que nunca nos muestren más grandes o mejores, sino comprensivos y motivadores!
Hay un dicho con un concepto interesante que dice: “Dios nos dio dos orejas y solo una boca, ¡para que oigamos más de lo que hablamos!” aunque parece que siempre tenemos más ganas de ser escuchados que de escuchar!
Quizá debamos proponernos este desafío, para ver cuánto puede cambiar el escuchar con atención, el atender a las palabras, captar lo implícito de los dichos de quienes nos hablan, y hacer de las verdades de otros, algo respetable! aunque no sea lo que yo piense, porque eso que piensa, es lo que produce lo que siente, y el “como” se siente! Y aunque pueda no estar en lo correcto, no debemos condenar, sino permitirnos entender, para si es necesario, aportar con amor las palabras que ayuden a la corrección y den vida!(Prov. 12:18… las palabras de los sabios son medicina)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Busquen a Dios mientras pueda ser hallado
Este es el tiempo de buscar a Dios. Este es el tiempo que él abrió las puertas del cielo para que podamos acudir a Cristo, y para que en Él ...

-
Este es el tiempo de buscar a Dios. Este es el tiempo que él abrió las puertas del cielo para que podamos acudir a Cristo, y para que en Él ...
-
En estos tiempos cada vez más personas, cercanas a nosotros o simplemente conocidas, nos van dejando (se mueren) en un momento inesperado. S...
-
Personas que quieren iniciar una íntima relación con Dios, pero no saben cómo hacerlo. Empiezan a buscar esa relación queriendo leer la Bibl...